La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la energía solar para la producción de agua caliente mediante colectores solares.


El calor generado por los colectores puede aprovecharse para la producción de agua caliente sanitaria (ACS), para la climatización de piscinas, calefacción o en procesos industriales.
Destacamos que desde el 1 de enero de 2002, en la Comunidad Autónoma Canaria, las viviendas de nueva construcción están obligadas a dejar prevista la preinstalación para el montaje de una instalación solar térmica.

La energía solar fotovoltaica es la tecnología que a partir de la radiación solar se genera electricidad directamente.

Existen dos tipos de sistemas fotovoltaicos:
- Sistemas aislados:
En un sistema aislado de la red eléctrica la electricidad generada por los paneles o módulos se almacena a través de un regulador en baterías para su posterior consumo.
- Sistemas con conexión a red:

En un sistema con conexión a red la energía generada por los paneles o módulos se transforma mediante un inversor en corriente alterna para poder inyectarla a la red eléctrica. Esta energía se vende a la empresa eléctrica distribuidora a un precio superior al de compra.

- Instalaciones de calefacción por suelo radiante.
Dado la baja temperatura a la que trabajan estos sistemas de calefacción pueden utilizarse generadores energéticos convencionales (calderas de gas o gasoil) o renovables (energía solar) así como bombas de calor. La distribución de temperaturas en una habitación es más homogénea que con otros sistemas, proporcionando un alto nivel de confort.